Por: La Huella. Info, fotos y videos: portales y Ecoticias

El desarrollo tecnológico logró un hito más, al desarrollar los paneles solares de cuarzo, que utiliza cristales con este material, en lugar de silicio, con el fin de capturar la energía del sol.

Dicen los expertos que, “a diferencia de los paneles solares convencionales que están hechos de silicio cristalino o amorfo, los paneles de cuarzo utilizan finas láminas de cuarzo como semiconductor”.

Esta capa contiene células solares de silicio que convierten la radiación solar en electricidad. El cuarzo es un material semiconductor que tiene la capacidad de absorber fotones de luz y liberar electrones. Cuando estos electrones se ponen en movimiento, se genera una pequeña corriente eléctrica.

La ventaja del cuarzo es que además de ser un semiconductor, también es un material transparente que deja pasar la luz. Esto permite que las ventanas generen electricidad sin perder visibilidad. De esta forma es posible reemplazar ventanas convencionales por ventanas solares, obteniendo energía sin sacrificar iluminación natural, confirmó el portal Ecoticias.

Al incidir la luz del sol sobre las láminas de cuarzo, se generan pares electrón-hueco que producen una corriente eléctrica. Los electrones libres pueden moverse entre los átomos de cuarzo y ser capturados por contactos eléctricos en la superficie del panel.

Paneles solares de cuarzo ¿Cómo funcionan?

Las ventanas de cuarzo fotovoltaico ofrecen una gran ventaja estética comparado con los paneles solares tradicionales. A simple vista, estas ventanas lucen como vidrio normal, conservando la apariencia de una ventana común y corriente. Así se permite una integración perfecta en el diseño de cualquier casa o edificio, sin alterar la estética exterior. Las ventanas solares se mimetizan visualmente con el resto de las ventanas convencionales. Además, se pueden conseguir en una amplia variedad de colores y texturas que se adaptan a cualquier estilo arquitectónico.

Desde colores sólidos hasta efectos esmerilados, las posibilidades son infinitas. Incluso es una propuesta compatible con la arquitectura bioclimática de la que tanto nos gusta hablar y que da lugar, cómo no, a una mayor integración del espacio artificial en el natural, ahora sin dejar atrás a las renovables.