Por: La Huella. Info y fotos: Fenoge, Marcopolo, Latinbus

La eficiencia de los buses fabricados por la compañía de carrocerías y vehículos Marcopolo Superpolo llega al 95%. Sus motores son Siemens sincrónicos de imanes permanentes, con 308 hp (230 kW de potencia) y un torque de 3.000 Nm. Son prestaciones óptimas en fuerza y potencia, y sin emitir carbono.

Esta empresa lleva ya un tiempo fabricando los buses eléctricos e híbridos que utiliza Transmilenio, en Bogotá.

El bus de hidrógeno tiene autonomía de 450 km y carga por completo en solo 15 minutos. Con ellos, se espera la reducción de 1.083 toneladas de emisiones de CO2 por bus de hidrógeno durante ocho años. El equivalente a sembrar 73.000 árboles.

El bus eléctrico otorga 260 km de autonomía y requiere tan solo dos horas para ir del 0 al 100% de carga.

Para crear estos modelos de buses eléctricos y a hidrógeno, Marcopolo Superpolo trabajó en su desarrollo durante cuatro años con ingenieros colombianos que, a su vez, se apoyaron en ingenieros automotrices europeos. Los chasises de estos vehículos son específicos para acoger este tipo de tecnologías, bajo estándares internacionales de calidad y seguridad.

Según la compañía, este proyecto requirió una inversión superior a USD 2.500 millones para su desarrollo inicial. A este monto, se sumarán otros USD 1.500 millones que serán destinados a la adecuación de la planta a su producción, ubicada en Cota, Cundinamarca.

Fue necesario, además, construir en Fontibón, Bogotá, la estación de carga para los buses a hidrógeno, a cargo de Ecopetrol, Fanalca y la Federación Nacional de Gestores Energéticos (Fenoge). Se invirtieron $ 22.000 millones.

Las recargas para los buses eléctricos son las mismas que se usan para los automóviles y los SUV.

Los buses a hidrógeno ya son realidad en Colombia