Por: La Huella. Buenos Aires. Info y fotos: YPF, portales y La Huella

Las ideas que buscan dar solución a una vieja inquietud de la humanidad, como es la de enfrentar la creciente deforestación y el calentamiento global, son tan simples, que a veces no se pueden creer: así nació Y-Algae, el primer fotorreactor que se instaló en Argentina.

Los expertos de la petrolera estatal YPF se juntaron con los científicos del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Biotecnología de Mar del Plata (INBIOTEC-CONICET) y la empresa de investigación energética (también estatal) Y-TEC, para desarrollar este dispositivo que apela a la conocida fórmula de la fotosíntesis de las algas y enfrentar las emisiones de CO2.

Dicen desde las entidades que una bomba inyecta continuamente aire del entorno (con altos niveles de CO2) y hace circular el agua para que las algas absorban el CO2 y liberen oxígeno, tal cual como los árboles.

El dispositivo funciona como 20 árboles jóvenes, aunque se adelantan los voceros de las compañías y del Instituto en ratificar que no busca reemplazar, ni más ni menos, a la reforestación. Pero es un gran complemento en la tarea sostenible y en llegar a lugares donde plantar árboles sea ya una labor imposible, como las ciudades densamente pobladas.

Luego de librado el oxígeno, Y-Algae produce también biomasa, que se utiliza en forma de abono.

Uno de los propósitos del llamado biofotorreactor, además de descarbonizar, es visibilizar el efecto de los gases de efecto invernadero y dar a conocer las soluciones tecnológicas. Desde la estatal petrolera anuncian que ya trabajan de hace tiempo en tareas similares sostenibles: “en las estaciones de servicio se instalan paneles solares, se reciclan aceites comestibles y residuos, y se realiza el tratamiento de residuos industriales”, afirmaron.

Este es Y-Algae